5 de agosto de 2009

Una gota de amor : 26 de Julio de 1952
20:25
“Sin duda, el peronismo no hubiera sido el mismo sin Eva Perón. Ella puso la cuota de amor y fanatismo que necesitan las grandes causas. Mientras yo ponía los ladrillos, construía la casa grande que nos iba a alojar a todos, ella abrigaba a los que estaban afuera para que no se murieran de frío esperando para entrar. Ella fue candidato a todo y nunca quiso ser nada. Era una mujer tan extraordinaria que dejó una obra, que creo , no se olvidará en la historia argentina, aunque pasen muchos años."
Juan Domingo Perón


Podríamos empezar cualquier historia de vida especificando el día y el lugar de nacimiento de la persona en cuestión, y eso estaría bien. Pero también podríamos considerar que una persona no nace únicamente en la fecha y la hora en que se encarna físicamente. María Eva Duarte, Evita, nació por primera vez el 7 de de Mayo, en Los Toldos, es cierto.
Pero acaso nació de vuelta, el 22 de enero de 1944, cuando conoció a su gran amor Juan Domingo Perón, en un acto realizado en el estadio Luna Park por la Secretaría de Trabajo y Previsión. Ese segundo nacimiento se justifica y explica en cada palabra y en cada gesto de Eva, en su admiración y su compromiso con la causa del General, que adoptó como propia, otorgándole su indispensable cuota de pasión y femineidad.
Ella misma expresa esta unión indisoluble: “Todo lo que soy, todo lo que tengo, todo lo que pienso y todo lo que siento es de Perón. (…) Si veo claramente lo que es mi pueblo y lo quiero y siento su cariño acariciando mi nombre es solamente por él.”
Así, todas las cosas que Evita desarrolló en su vida fueron un renacer de su fuerza y su maravilla, y cada acción y desafío tuvieron un sentido profundo y sincero de lucha de amor y lealtad por la felicidad de sus descamisados.
La creación de la Fundación Eva Perón, con su mística y su maravilla, en el año 1948, significó otro gran nacimiento en su vida, las obras y la gigantesca tarea social que realizó en todo el país, abasteció a todo el pueblo de sus primeras y merecidas caricias de justicia y libertad.
Enumerar escuelas y hospitales construidos, sería subestimar el alcance del amor y humanidad que reinó en todos los hogares de la patria, a partir de ser escuchadas por primera vez las voces de los que los habitaban, porque eran ellos mismos quienes hablaban: el peronismo es del pueblo y sólo allí vivió y vivirá para siempre.
Las necesidades básicas y urgentes fueron escuchadas a diario por Evita en la Fundación, pero las respuestas fueron mucho más profundas e hicieron eco en la sociedad de una manera mucho más honda. Ejemplo de ello es, sin ir más lejos, que la inmensa cantidad de obras realizadas por la Fundación fueron efectuadas principalmente con los aportes que los descamisados hacían a la causa del peronismo, su propia causa. Sin embargo, la mirada de Evita iba mucho más allá del horizonte y decía: “La solución será solamente la justicia social. Cuando cada uno tenga lo que en justicia le corresponde entonces la ayuda social no será necesaria. Mi mayor aspiración es que algún día nadie me necesite…Me sentiré feliz, inmensamente feliz, si dejaran de llegarme tantos pedidos de auxilio…porque ellos indican que todavía sigue reinando en algún rincón de mi Patria, la injusticia de un siglo amargo para los desposeídos.”

Así alzó también, las banderas de la causa femenina y creó el Partido Peronista Femenino; su vehemencia y sus instintos de justicia le proveyeron las armas necesarias para batallar por la igualdad, siempre postergada, entre hombres y mujeres.
Y, tal vez, haya nacido una vez más el 11 de noviembre del año 1951 cuando su consumación de justicia y la de todas las mujeres de la Patria se hizo realidad con el voto femenino; logrando por primera vez el sufragio realmente Universal y que resultaran electas ciento nueve mujeres para ejercer cargos legislativos todo a lo ancho y largo del país. Diría Evita al respecto:“La mujer argentina ha superado el período de las tutorías civiles. La mujer debe afirmar su acción, la mujer debe votar. (…)Lo exige, en suma, la transformación del concepto de mujer, que ha ido aumentando sacrificadamente el número de sus deberes sin pedir el mínimo de sus derechos.”
Colmada de nacimientos y signos vitales apasionados, la vida de Evita es imposible de contar por su complejidad y por la connotación profundísima que tiene en cada hogar, en cada corazón de la Argentina.
Y aun así, toca hablar de su último y definitivo nacimiento: a los treinta y tres años de edad, a las 20:25 de un inolvidable 26 de Julio, Eva Perón, madre perenne de la Patria Justicialista, pasó a la inmortalidad.
Y desde allí siguen guiando las luchas cotidianas, su ejemplo y su amor, abasteciendo de armas a mujeres y hombres y abrazando con su sonrisa eterna a los únicos privilegiados: los niños.
Sin duda es la Jefa Espiritual de la Nación y la fuerza que nos impulsa como paradigma de la lucha para que una patria Justa, Libre y Soberana sea posible, y como tal, le rendimos homenaje con nuestro trabajo diario.


1952


La niebla, me trae a los poros
la muerte de Eva.
Las calles heladas,
Julio, 26.
Lutos negros en los brazos,
en los corazones.
vírgenes llorando,
pibes sin abrigo.
Madre de la Patria:
son tus manos fecunda tierra de justicia.
Las lágrimas del cielo
te aseguran vida eterna: 20:25

Eva, la niebla, me hace pensar en tus pecados:

y no puedo dejar de agradecerte
que hayas mordido la manzana
y por la imagen del abrazo eterno de tu Adán…
génesis de la existencia
Justa
Libre
Soberana

No hay comentarios.: