La Unidad Básica Evita de los humildes recordó el paso a la inmortalidad de la compañera Evita como a ella le gustaría, trabajando con alegría (como todos los días), levantando las banderas por las que dio la vida.
Se pintó un mural, se construyó un pilar para posar un busto de Eva (en el que una compañera trabajó toda la semana) y, como siempre, el calor de una rica comidita para abrigar la panza y alimentar el corazón.








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