Mientras tanto, hubo dos funciones del teatro de sombras que hicieron los chicos del taller de arte y se repartieron los mini-libritos del taller de palabras.
A eso de las 20, cuando estábamos casi todos los compañeros, con todo listo, nos reunimos alrededor de la mesa, bajamos un poco la música, levantamos los vasos y, ahí nomás, coincidiendo con el brindis, sonaron los primeros acordes de la Marcha Peronista en la voz del gran Hugo del Carril.
Luego, hicimos entrega de pancitos dulces (realizados por el grupo de los pibes de San Roque, coordinados por el compañero Japo) y de las sidras a cada uno de nosotros, que habíamos compartido el trabajo todo el año.
Después, sacamos las sillas a la puerta, nos sentamos en ronda, para aprovechar el viento fresquito que corría, sonaron la guitarra y la melódica y algunos vecinos se acercaron a saludar, y también se llevaron los regalos: Pablo, el panadero; la vecina de la otra esquina; Rodolfo, el pizzero; los papás de Noelia. Poco más tarde, cuando ya había terminado el partido Boca-Tigre, la tarea más arriesgada de la jornada: la entrega de la botella de sidra al paso del camión de la basura en movimiento, tocando bocina, los muchachos agradecieron.
Las etiquetas de las sidras, hechas por nosotros mismos, con la imagen de Perón y Evita, expresaban un mensaje-deseo para el año que se inicia: “Por una Patria Justa, Libre y Soberana, recuperemos la historia, levantemos las banderas y sigamos la lucha”.
UB Evita de los Humildes
Victoria, 26 de diciembre de 2008
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